Un grave error para la conservación de las empresas más vulnerables desde marzo de 2020 y por ende de los empleos actuales y la generación de nuevos empleos, es incrementar el salario mínimo de forma desproporcional, ocasionando una egreso sin justificación de capacidad de pago en la tesorería de las empresas y los comercios, sin estímulo fiscal para el patrón contribuyente, este tipo de políticas absurdas lo único que generará es mayor desempleo formal, además del castigo financiero denominado contingencia sanitaria denominada COVID19.