Durante la segunda semana del mes de noviembre se celebra en el oriente del país, una olimpiada deportiva de organización de instituciones educativas de nivel básico y medio superior, basado en principios éticos y de humildad, recordando que el fundador de esta asociación civil con fines formativos y educativos se encuentra en la lista de “Paradise Papers”, ahora siendo investigada por el sistema de administración tributaria.
No se percibe nada de humildad en la competencia, ni mucho menos un fin altruista, recaudan más de 35 millones de pesos por concepto de inscripciones de los alumnos atletas, las reservaciones y pago de habitación en la totalidad de los hoteles de la ciudad debe de hacerse directamente por medio de su colegio de origen, sin tener la oportunidad de conocer la tarifa convenida, ya que la institución educativa previamente bloquea todos los hoteles de la ciudad en esta fecha, generando condiciones monopólicas, los cuartos de hotel son pagados por los padres de familia, entre un cien y doscientos porciento de precio comercial, se ofrecen durante la justa todo tipo de bienes y servicio, para ello se instalan stand en los lugares sedes del evento, originando un cobro de arrendamiento interesante para que el comerciante o prestador de un bien o servicio pueda ofrecer al atleta y a su familia, al final pareciera que más que la celebración de un evento de sensibilidad y de solidaridad humanitaria, la escuela o espacio sede se convierte una gran mercado que tiene como fin la recaudación de recursos económicos, al marguen de la visión y misión de los valores que se pretenden trasmitir al alumno, es válido que las escuelas organicen eventos deportivos para el mejor desarrollo de la o el joven, pero no tiene sentido viajar del todo el país, para tener una “Cascarita” de fútbol con alguien que muy probablemente no volverán a ver, sería preferible hacer encuentros deportivos regionales, cuidando la economía de las familias, viajando menos distancia, negociando precios atractivos de hoteles con la posibilidad de tener una convivencia menos masiva con los atleta y familias de otras escuelas y ciudades del país, ya después de haber celebrado eventos estatales y /o regionales, valorar si tiene sentido hacer una final nacional no tan masiva para que al final el ganador le sea entregado un trofeo o una medalla y falte a otra semana de clases.