UN DÍA DESPUÉS DEL SOCAVÓN Y….
Los representantes de los partidos políticos se encuentran en estado de confort, los legisladores federales y estatales se encuentran en estado de confort, el poder judicial federal y estatal se encuentra en estado de confort, los gobernadores y exgobernadores se encuentran en estado de confort, los integrantes de prácticamente la totalidad de los ayuntamientos igualmente ya sean en activo o en retiro se encuentran confortables, que decir del titular del ejecutivo federal en funciones y los expresidentes.
La clase política y por consiguiente la clase empresarial le apuesta a la “mordida” y a la generación recurrente de actos de corrupción, hoy día no sabemos quién es más corrupto, el servidor público o el gobernado, sin embargo surge la duda quien genero el acto de corrupción, considero que la mejor respuesta es la ley, en México se legisla en pro de la legalidad pero a favor de la evasión de la propia ley, generando un espacio para poder negociar multas e infracciones en la economía informal, legislaciones absurdas generan un ambiente acosador al gobernado que para poder subsistir y “tener tranquilidad” es preferible que participe con sus dividendo sin recibo fiscal, tenemos tasa de impuesto sobre la renta de más del 30%, pero tenemos empresas financieramente estables que no participan en las contribuciones y funcionarios públicos de repente adquieren propiedades a valores simbólicos.
Los mexicanos no hemos entendido y/o no queremos entender que nunca podremos consolidar al país, es esencial una redistribución de la riqueza en condiciones de equidad.
El accidente por el socavón de la multicitada obra de paso exprés a Cuernavaca, es un reflejo, de la descomposición moral de contratantes y contratistas, el pretender justificarse que debido a unos milímetros adicionales de agua de lluvia deteriore una obra de esta magnitud ocasionando su cierre es algo que no debe de permitirse.
Seguramente 72 horas después del hecho están los actores materiales e intelectuales de este hecho jurídico estarán jactándose de que no fueron culpables y ellos felices por el recién incremento en el costo de peajes en todo el país.